Màrius Fullana: “Muchas familias de la Pública trabajan fuera de casa para mantener los servicios básicos y esenciales que en esta crisis sanitaria tanto hemos aplaudido y ademán en valor y ahora hay que activar una solución integral para poder atender todos los trabajos y a la vez atender y cuidar a nuestros hijos y nuestras hijas a casa”
Desde la Confederación Gonzalo Anaya consideramos que toda decisión responde en este momento a combatir el COVID-19. Hoy por hoy, garantizar las medidas de seguridad en Infantil es muy complicado porque es una edad en la cual la interacción es básica, se aprende experimentando, manipulando, relacionándose con las y los iguales, es una etapa de juego, de contacto físico con el mundo y con las personas.
“La distancia física en alumnado de 0 a 6 años es complicada de mantener y por el contrario, es necesaria para evitar los contagios. Así que entendemos las medidas sanitarias y la precaución o prevención ante la pandemia”, ha destacado Màrius Fullana, presidente de la Confederación Gonzalo Anaya.
Aun así, el debate ahora es tratar de activar programas de conciliación laboral y familiar, desde la igualdad de género y la corresponsabilidad. “Tenemos claro que la escuela que queremos no es un contenedor de niños y de niñas, sino un espacio para educar, convivir y aprender. Sin embargo, muchas familias de la Pública trabajamos fuera de casa para sustentar los servicios básicos y vitales desde los profesionales de la Sanidad hasta el personal de servicios de limpieza, supermercados o comercios de alimentación, etc. Esto además de otros sectores productivos que ya están en funcionamiento y el resto que empezarán a funcionar y volverán a salir de los hogares. Así mismo, el teletrabajo y la tele-docencia también son una sobrecarga por toda la comunidad educativa.”, ha expuesto Màrius Fullana.
Desde las AMPA aseguran que las dificultades son muchas para muchas familias a la hora de conciliar la vida laboral y familiar con los hijos y las hijas a casa. También preocupa mucho la salud mental y emocional de muchos menores, que necesitan salir de hogares tóxicos y que a raíz del COVID-19 no lo pueden hacer.
Activar un programa integral de conciliación de la vida laboral y familiar y de otro de atención a la infancia en riesgo de vulnerabilidad como población preferente sobrepasa el ámbito educativo y requiere la implicación de muchos sectores y de toda la administración pública en conjunto. “Sabemos que cualquier solución no es sencilla pero esta crisis la estamos aprovechando para aprender, crear y reinventar todo, pongámonos ya manos a la obra pues, también en este asunto tan importante. Las familias estamos dispuestas a participar en la construcción de soluciones equitativas y justas que tendremos que encontrar entre todas y todos”, ha expuesto Màrius Fullana.