Cuando ya ha transcurrido casi dos meses desde que se iniciaron las clases de este curso, todavía hay demasiados centros a los que le faltan profesores en diferentes asignaturas. Las más recurrentes sin profesorado son las de valenciano y matemáticas.
Para las familias de la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya, la más numerosa de la escuela pública, la falta de profesorado en los centros públicos pone en peligro la calidad de la enseñanza pública, ya que el alumnado recibe una educación deficitaria con clases no impartidas durante largos períodos de tiempo. Esta situación se aleja de la educación pública que queremos para nuestros hijos e hijas. Por eso, reivindicamos más recursos personales para solucionar las carencias que tienen muchos centros del País Valencià.
“Las familias hemos solicitado una reunión urgente con el Conseller d’Educació, Vicente Marzà, para tratar este punto como prioritario porque no entendemos que centenares de niños y niñas estén sin recibir clases de diferentes asignaturas, ralentizando su aprendizaje”, indica el Presidente de la Confederación, Txomin Angós.
Queremos que los procedimientos para la cobertura de las plazas vacantes y de las bajas sean más ágiles, que las incorporaciones sean rápidas y por profesionales cualificados y motivados. Sólo así podemos garantizar la calidad de la enseñanza pública. Nos encontramos en un momento en el que faltan demasiados profesores de valenciano, sobre todo en zonas castellano parlantes. Difícilmente podemos avanzar en una educación plurilingüe en estos puntos de nuestra geografía si no tenemos los recursos necesarios.
Además de la cobertura de las plazas vacantes y las bajas, reivindicamos que la Administración establezca unos procedimientos que permitan que haya menos rotación del profesorado. La falta de estabilidad del profesorado impide darle continuidad a los proyectos educativos y provoca en el alumnado periodos de adaptación que ralentizan el rendimiento académico. En zonas concretas de nuestra geografía, como poblaciones del interior de Castellón o el sur de Alicante, la rotación es continua y hace muy difícil avanzar en el aprendizaje.
La escuela pública debe disponer de los recursos necesarios para que la calidad esté garantizada y una parte de esa calidad viene dada porque nuestros hijos e hijas tengan en las aulas a un profesorado motivado y formado en las materias que impartan.