[25 de mayo de 2019]. Elche acogió el sábado la Asamblea General de la Confederación Gonzalo Anaya. Una treintena de representantes de las tres Federaciones que la integran, FAMPA-Valencia, FAMPA Penyagolosa de Castelló y FAMPA Enric Valor de Alicante, participaron en el acto. La Asamblea sirvió para hacer balance de las actividades realizadas en 2018 y para presentar el proyecto de la nueva Junta Directiva, que fue elegida por la Asamblea. La presidenta de FAMPA Penyagolosa de Castelló, Silvia Centelles, coordinará durante los próximos dos años la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya, que representa a más de un millar de AMPA de las tres provincias (frente a las poco más de 600 que suman las otras dos confederaciones del País Valenciano) y que continúa siendo la organización mayoritaria entre las familias del alumnado.
La demanda de nuevas leyes educativas, tanto a nivel de Estado como en el País Valenciano, es una de las principales exigencias de la Confederación. Insatisfechas con las tímidas reformas propuestas por la ministra Celaá para suavizar la LOMCE y expectantes ante el anuncio del conseller Marzà de la creación de una Ley Educativa Valenciana, las familias de Gonzalo Anaya reclaman unas leyes “que garanticen la calidad en la escuela pública” y que nazcan de un verdadero debate en que puedan participar todos los sectores de la sociedad, y especialmente, las familias. La organización entiende que la escuela es un instrumento para la cohesión y la justicia social, “actúa como compensadora de las desigualdades” y es el principal motor para la transformación de la sociedad, por eso pide nuevas leyes que reconozcan la potencialidad de la escuela pública y que apuesten por la calidad del servicio: “Tenemos que aumentar los presupuestos destinados a la educación, que se han ido reduciendo desde 2009, y tenemos que ser capaces de situarnos en la media europea, del 4,7% del PIB, con el horizonte de llegar progresivamente al 8% que propone la UNESCO”, defendió Centelles.
Un mayor presupuesto permitirá acabar con los “copagos”, que también afectan en la escuela pública, y garantizar una educación 100% gratuita y sin concertación; estabilizar los equipos docentes para acabar con la rotación del profesorado, incrementar las plantillas y dotar a los centros educativos públicos de todo el personal necesario, “con la entrada de nuevos perfiles profesionales (enfermería, educación social, mediación cultural, etc.) y generalizar en toda la red las especialidades, para asegurar la atención a la diversidad y la inclusión, como medidas para luchar contra el fracaso escolar. También aboga la Confederación por invertir en programas para mejorar la convivencia en los centros (más tutorías y la promoción de las tutorías entre iguales y de los equipos de mediación) para atajar el problema del acoso en escuelas e institutos. Más recursos permitirán también reducir las ratios, una medida que se ha demostrado clave para incrementar la calidad de la educación.
Silvia Centelles incidió en la necesidad de regular los Consejos Escolares, con un reglamento específico, que los reconozca como órgano rector de los centros educativos y que asegure la participación paritaria de familias y alumnado en estos. También los Consejos Escolares Municipales precisan de una ordenación para garantizar la representación de las AMPA y de las Federaciones de AMPA en el órgano de gestión municipal y que éstas puedan participar en procesos tan importantes como la escolarización o la redacción de los informes anuales, entre otros. También reclamó función ejecutiva para el Consejo Escolar del País Valenciano, donde está representada la Confederación Gonzalo Anaya, para que sus dictámenes y propuestas se tengan en cuenta, así como los de la Mesa de Madres y Padres, donde también está presente la confederación de AMPA mayoritaria.
El nuevo proyecto de trabajo pone también el foco en la necesaria mejora de las infraestructuras: acabar definitivamente con los barracones, eliminar el fibrocemento de los centros e instaurar criterios de eficiencia energética y de sostenibilidad en los nuevos edificios y espacios educativos. Renaturalizar los patios escolares para hacerlos más sostenibles y generalizar el modelo de patio coeducativo como una medida más para avanzar en la igualdad y ofrecer más posibilidades de juego y de inter-relación para todas y todos. Hacer que la escuela sea más saludable, lo que también implica permitir a las familias decidir sobre el servicio de comedor y los menús que comen a diario los niños y las niñas, para lo que Centelles pide que se implante de manera generalizada la Comisión de Comedor en todos los Consejos Escolares, donde estén representados los padres y las madres.
Otra de las propuestas es aligerar y flexibilizar el currículum educativo, para permitir la adecuación de éste a la realidad de cada centro y de cada municipio y el avance en el sistema de consecución de competencias básicas, de la evaluación continuada (también del trabajo de los docentes), la salida de las religiones de las escuelas y la entrada de la formación afectiva y sexual desde Infantil y sobre el uso correcto de las nuevas tecnologías.
En total, el proyecto de trabajo para 2019-2021 cuenta con 9 puntos que repasan todos los aspectos relacionados con la educación que hay que mejorar para incrementar la calidad de la escuela pública y que se suman a los principios fundacionales de la Confederación Gonzalo Anaya, que defiende la enseñanza pública gratuita, la escuela plural e integradora, democrática, participativa y sin concertación, coeducativa, laica, universal y respetuosa y que piensa en el futuro de los niños y de las niñas, que son el centro del sistema educativo, arraigada en el territorio y impulsora de la cultura y la lengua del País Valenciano.
Todos los documentos presentados en la Asamblea General fueron aprobados por unanimidad.