El Museo del Azulejo Manolo Safont de Onda ha acogido esta mañana la Jornada sobre Tiempos Escolares organizada por la Coordinadora de AMPAs de Onda con el apoyo de FAMPA-Castelló, la Confederación Gonzalo Anaya, la Diputación de Castellón, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Onda. El acto, en el cual han participado más de 200 personas de diferentes sectores de la comunidad educativa, también ha contado con la colaboración de la Caixa Rural de Onda, las empresas de comedor Irco, Serunion y Intur, que se han encargado del catering, y la empresa Torresport que ha ofrecido actividades infantiles para atender a los niños y niñas durante la jornada.
El representante de la coordinadora de Ampas de Onda, David García, la presidenta de FAMPA- Castelló, Sílvia Centelles, y la representante d’Escola Valenciana, Maria Nebot, encargada de moderar el acto, han presentado la jornada. El objetivo de esta actividad, según ha explicado García, es dar información a los padres y madres para que puedan elegir el horario escolar de sus centros según el contexto socioeducativo del mismo y sus intereses como familia. En este sentido, Centelles ha puesto de relieve la importancia de la participación de toda la comunidad educativa para lograr mejorar la educación de nuestros hijos e hijas.
Uno de los principales atractivos de la jornada ha sido la ponencia del sociólogo especializado en educación, desigualdades y cambio social, y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Mariano Fernández Enguita titulada: ‘La Jornada Escolar. Efectos sobre el alumnado’. El experto ha presentado varios estudios anglosajones, americanos, franceses y españoles sobre rendimiento académico, hábitos del sueño y ritmos circadianos y ha concluido que no existe ningún informe o estudio científico que demuestre los beneficios de la concentración de la jornada escolar. Así, ha destacado que según los estudios científicos citados, a las 9 horas el alumnado empieza las clases con un rendimiento mediano que aumenta a las 11 horas, vuelve a bajar a las 13 horas y sube a las 16 horas. Al respecto, el catedrático ha explicado que, con la Jornada Continúa se pretenden cambiar unas horas, según sus palabras: “mediocres”, las de después de comer, y concentrarlas a mediodía que es una franja horaria “peor”, puesto que es el momento de menos rendimiento académico.
En este sentido, también ha citado informes sobre el balance de la experiencia de diferentes comunidades autónomas que han adoptado la jornada continua como Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia y Extremadura y ha apuntado que “las actividades extraescolares tienden, con el tiempo, a desaparecer y pierden calidad y que lo mismo pasa con el comedor escolar, puesto que baja la demanda, al mismo tiempo que se reduce la financiación, hasta que los servicios se vuelven deficitarios”. Finalmente, Enguita, ha afirmado que “no podemos decidir el horario escolar de todas las generaciones futuras, porque una vez se aprueba la concentración de la jornada, si tenemos en cuenta la experiencia otras autonomías, ya no hay marcha atrás”. Así que ha propuesto la organización de horarios escolares flexibles adaptados a las necesidades diversas de las familias y el alumnado que coordinen la actividad de diferentes escuelas de barrio. Este tipo de horario no es imposible, ha afirmado el experto, puesto que se ha puesto en marcha en situaciones excepcionales en España y en Italia se lleva a cabo de manera generalizada.
Mesa redonda
A continuación, se ha celebrado una mesa redonda en la cual han participado como ponentes: Daniel Gabaldón, doctor en sociología y antropología social en la universidad de Valencia, Lucia Nieto, pedagoga y educadora social del Ayuntamiento de Benicarló, David Beltrán, representante sindical de ANPE, Carmen Alarcón, Presidenta de FAMPA Albacete y Michel Toumi, representante de la AMPA del CEIP Santa Àgueda de Benicàssim.
Por su parte, Gabaldón, ha presentado un informe, del cual es autor, sobre el aprovechamiento del tiempo escolar y ha incidido en la necesidad de organizar el reparto de la carga lectiva, las horas dedicadas al estudio, los tiempos de descanso y las vacaciones para aprovechar el tiempo escolar y el rendimiento del alumnado. El experto ha afirmado que en el sistema educativo español no se satisfacen las necesidades educativas, y que estas se completan con actividades extraescolares. Asimismo, ha apuntado que los niños y niñas soportan demasiadas horas de carga lectiva, demasiado pronto, y que se debe tener en cuenta su nivel de maduración. En este sentido, ha explicado que: “en los países que puntúan mejor en el Informe Pisa, el adelanto en la dedicación horaria es más progresivo”. Gabaldón ha coincidido con Enguita al apuntar la falta de flexibilidad del sistema educativo y que “si queremos cambiar la jornada, debemos tener datos científicos y estudios para poder aportar mejoras y adaptarnos a las necesidades del alumnado”.
Por otra parte, el representante sindical de ANPE, David Beltrán ha explicado la experiencia en la implantación de la Jornada Continúa en diferentes comunidades educativas de la provincia de Castellón y ha lamentado los conflictos que se generan durante el proceso de implantación entre el profesorado y las familias. El representante sindical ha reconocido que la idoneidad del tipo de jornada depende del contexto socioeducativo de los centros y ha explicado que la inspección está haciendo una buena tarea de revisión de los proyectos para dar garantías y que al País Valenciano no hay constancia que los comedores escolares ni las becas de transporte hayan desaparecido.
Por su parte, la presidenta de la federación de AMPAs de Albacete, Carmen Alarcón, ha explicado la experiencia de las AMPA de Castilla la Mancha en la implantación de la Jornada Continúa, que se generalizó en esta autonomía hace más de 12 años. Alarcón ha explicado que el horario escolar se fue modificando progresivamente y sí que ha supuesto la desaparición de las actividades extraescolares y los servicios de comedor. La presidenta de la federación de AMPAs de Albacete ha explicado que “ha sido un proceso injusto”. En Castilla la Mancha se ha votado todos los cursos la aprobación de la jornada intensiva hasta que se ha conseguido implantar y, una vez implantada, volver a la Jornada Partida, ya es irreversible”.
También ha explicado su experiencia, Michel Toumi de la Ampa Santa Àgueda de Benicàssim que ha afirmado que la demanda del servicio de comedor del centro se ha reducido en un 20% en su caso y cómo se han mantenido los precios, se han visto obligados a suprimir actividades extraescolares para poder cuadrar los gastos. Toumi ha coincidido con otros ponentes de la mesa en señalar que “el cambio de jornada tiene que atender a mejoras educativas y que no se puede hacer deprisa y corriendo, sino que se tiene que estudiar y valorar bien entre toda la comunidad educativa. Así, ha afirmado que: “tendríamos que aprovechar foros como este para debatir como mejorar el sistema educativo y no sobre a qué hora saldrá el alumnado de la escuela”.
En esta línea también se ha manifestado la pedagoga y educadora social del Ayuntamiento de Benicarló, Lucia Nieto, que ha afirmado que “tenemos que centrarnos en las necesidades de los niños y niñas” y que la modificación de la jornada escolar “es un proceso que necesita una reflexión social para mejorar la calidad de la educación. Y esto no ha pasado”. Asimismo, Nieto ha afirmado que “la Conselleria no ha hecho un buen papel porque ha dejado en manos de las familias el horario laboral de los maestros” y ha lamentado que la concentración de la jornada “puede suponer un aumento de desigualdad entre los niños y las niñas, puesto que las familias con menos recursos no tendrán la oportunidad de ofrecer a sus hijos e hijas actividades extraescolares de calidad durante las tardes”.